El valor de la disonancia en la innovación

Oct 30, 2019

LA ARMONÍA CORPORATIVA TRANSFORMA EL CONFLICTO EN OPORTUNIDAD

La música, la gestión de los sonidos, puede ser una fuente de inspiración si consideramos a cada una de las personas -sus creencias, sus actitudes, sus orígenes y sus contradicciones -como notas aisladas que aspiran a conectar entre ellas para crear un espacio armónico de relación.

La armonía entendida como de paz, concordia y entendimiento entre dos o más personas, parte de la idea de proporción y correspondencia de las partes en un todo. También se define por el principio pitagórico sobre el movimiento orbital del universo que sigue unas proporciones musicales. La música es la disciplina que mejor nos permite conectar con el cosmos, en un sentido metafísico, y a mantener el equilibrio con nosotros mismos y con lo que nos rodea.

Las organizaciones, igual que la música, evolucionan gracias a la capacidad de incorporar actitudes, valores y normas que en otro momento se consideraron distorsionadoras de la armonía y la convivencia.

Pitágoras, al realizar un análisis más profundo de las relaciones numéricas de los sonidos, distinguió entre las armonías consonantes -agradables al oído- y las disonantes. Si identificamos la consonancia con los conceptos de placer, de bienestar, de equilibrio, de justicia y de paz, a la disonancia se le atribuyen los sentidos contrarios: dolor, caos, injusticia y conflicto.

La disonancia como puerta de innovación

Las entidades sociales u organizaciones, igual que la música, evolucionan gracias a la capacidad individual y colectiva de incorporar en su patrimonio cultural y emocional actitudes, valores y normas que en otro momento se consideraron distorsionadoras de la armonía y la convivencia.

Aislar o eliminar la disonancia, la opinión discordante o el elemento singular supone una derivación regresiva puesto que el progreso se manifiesta en la capacidad de integrar aquello que es excepcional.

La evolución del lenguaje musical se explica, fundamentalmente, a través del proceso de integración del concepto de disonancia. Esta evolución parte de la consonancia perfecta, la relación aritmética más simple de las frecuencias de los sonidos ejecutados simultáneamente, y consigue hasta considerar un sonido indefinido -un ruido- como un elemento musical significativamente importante en función del contexto del cual forma parte.

Si en un discurso musical analizamos el sentido de una nota aparentemente extraña a la tonalidad, observamos que esta adquiere trascendencia significativa y coherencia en función de su tratamiento en el contexto. La consideración de sonido consonante o disonante se desintegra en favor del valor general de la obra.

Reconsiderar las ideas, los valores, los hábitos y costumbres desde la simpatía, la empatía y la confianza facilita la creación de espacios de convivencia armónica en los cuales se desarrollan la creatividad y la cooperación.

Manteniendo el paralelismo entre la disonancia y el conflicto, en el marco de una confrontación de opiniones o intereses, la reflexión profunda con voluntad de comprensión puede transformar un mensaje de apariencia negativa en un argumento digno de consideración, y con la capacidad de abrir nuevas expectativas y de aportar valor al conjunto.

Reconsiderar las ideas, los valores, los hábitos y costumbres desde la simpatía, la empatía y la confianza facilita la creación de espacios de convivencia armónica en los cuales se desarrollan la creatividad y la cooperación. La transformación del conflicto en oportunidad se basa en la voluntad de entendimiento mutuo y en la actitud de respeto y consideración ante el diferente.

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